La opinión general de la gente sobre los test de personalidad es bastante variada y a menudo está matizada por una mezcla de curiosidad, escepticismo y utilidad percibida. Aquí te presento algunos de los pensamientos más comunes que destacan.

Muchas personas ven los test de personalidad como una herramienta interesante para aprender más sobre sí mismas, sus tendencias de comportamiento, fortalezas y debilidades. Existe una fascinación por entenderse mejor.

Para algunos, especialmente los test informales que circulan en redes sociales, se perciben como una forma de entretenimiento, similar a un juego o un pasatiempo.

A veces, las personas realizan estos test con la esperanza de que los resultados validen lo que ya piensan de sí mismas. Cuando los resultados coinciden con su auto percepción, tienden a valorarlos más.

Algunas personas creen que los test de personalidad pueden ofrecer información valiosa para el crecimiento personal, la elección de carrera, la mejora de las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo. En el ámbito laboral, se les puede ver como herramientas útiles para la selección de personal, la formación de equipos y el desarrollo del liderazgo.

Sin embargo no todo es color de rosa, también hay opiniones contrarias; así muchas personas dudan de la precisión y la base científica de algunos test, especialmente los que encuentran en línea sin una fuente clara. Pueden verlos como generalizaciones vagas o como una forma de encasillar a las personas.

Si alguien realiza varios test diferentes y obtiene resultados muy distintos, puede generar desconfianza en la validez de todos ellos.

Existe la preocupación de que los test de personalidad simplifiquen demasiado la complejidad de la personalidad humana y conduzcan a la creación de estereotipos, creando las correspondientes etiquetas. 

 Algunas personas pueden sentirse incómodas al responder preguntas personales en un test y pueden preocuparse por cómo se utilizarán los resultados.

Muchas personas a menudo reconoce que las respuestas a un test de personalidad pueden estar influenciadas por el estado de ánimo del momento, el deseo de presentarse de cierta manera o la falta de autoconocimiento preciso.

Bajo un enfoque más científico, ¿Qué detecta un test de personalidad?

Un test de personalidad está diseñado para detectar y medir diferentes aspectos o rasgos que definen la personalidad de un individuo. Específicamente, busca identificar patrones característicos en la forma de pensar, sentir y comportarse de una persona.

De manera más detallada, un test de personalidad puede detectar:

  • Rasgos de personalidad: Como los definidos en modelos como la Teoría de los Cinco Grandes (Apertura a la Experiencia, Responsabilidad, Extraversión, Amabilidad y Neuroticismo) o el modelo de los 16 Factores de Cattell. Estos rasgos describen tendencias generales en el comportamiento.
  • Preferencias y estilos: Algunos test, como el MBTI (Myers-Briggs Type Indicator), se centran en identificar preferencias en diferentes dicotomías (por ejemplo, Introversión vs. Extraversión, Sensación vs. Intuición, Pensamiento vs. Sentimiento, Juicio vs. Percepción).
  • Aspectos clínicos: Ciertos test, como el MMPI (Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota), están diseñados para identificar rasgos de personalidad asociados con psicopatologías o dificultades emocionales (por ejemplo, depresión, ansiedad, esquizofrenia).
  • Valores e intereses: Algunos instrumentos pueden explorar los valores personales y los intereses vocacionales de un individuo.
  • Mecanismos de afrontamiento: Algunos test pueden ofrecer información sobre cómo una persona tiende a lidiar con el estrés y las situaciones difíciles.
  • Autoconcepto y autoestima: Aunque no todos los test de personalidad se centran directamente en esto, algunos pueden ofrecer inferencias sobre la visión que tiene una persona de sí misma.
  • Potencial de comportamiento en contextos específicos: En el ámbito laboral, por ejemplo, los test de personalidad pueden utilizarse para predecir el desempeño, el trabajo en equipo, el liderazgo o la adaptación a la cultura organizacional.

Es importante tener en cuenta que ningún test de personalidad ofrece una «etiqueta» definitiva sobre quién es una persona. En cambio, proporcionan una descripción de las tendencias y características más probables de su comportamiento. 

La interpretación de los resultados siempre debe realizarse por profesionales cualificados, considerando el contexto y la posible influencia de factores situacionales. Además, la validez y fiabilidad del test utilizado son cruciales para asegurar que mida lo que pretende medir de manera consistente.